Sobre estas grasas ya hemos posteado en nuestro Blog sin gasolina.
La norma neoyorquina
La nueva norma entró en vigencia el año pasado para los aceites de freír, pero a partir del 1° de julio se aplica también al resto, incluyendo por ejemplo las grasas no saturadas utilizados en panadería y repostería.
"Todas las comidas servidas, incluyendo aceites, 'shortenings' y margarinas utilizadas en repostería o comidas preparadas no pueden tener más de 0,5 gramos de grasas 'trans' artificiales por porción", anunció el Departamento de Salud.
Según esa dependencia municipal, la aceptación de la primera fase de prohibición de grasas nocivas fue "muy elevada", con más del 98% de los restaurantes inspeccionados el mes pasado en conformidad con la nueva norma.
"Hace siete meses que hice el cambio", dijo Saul Haye, propietario de la pastelería "Christie's" de Brooklyn. "Hornear mis pasteles con margarinas de sustitución no afectó mis negocios y es más sano para mis clientes", agregó.
Nueva York fue la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir ese tipo de grasas, y Filadelfia (Pensilvania) siguió el ejemplo el año pasado.
Fabricadas mediante hidrogenación de aceites vegetales, las grasas "trans" vuelven los alimentos más crocantes, pero son consideradas como un factor que favorece la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
A continuación, veamos el contenido de grasas trans de diferentes productos:
En una dieta equilibrada el consumo ocasional de productos que incluyen grasas trans no va a provocar consecuencias negativas para la salud. El problema radica en el abuso de estos productos, ya que además de provocar un aumento de peso suponen un riesgo para la salud.
Lea más de grasas trans en el sitio web de la Fundación Bengoa, que tiene su sede en Caracas y en la Wikipedia.