martes, 4 de noviembre de 2008

Culpable Franklin Durán


Un jurado en un tribunal federal de Miami declaró culpable al empresario venezolano Franklin Durán, en la culminación de un juicio en el que se denunció una intrincada red de corrupción en Venezuela y una intervención del gobierno venezolano en los últimos comicios presidenciales argentinos.

Franklin Deivis Durán Guerrero fue declarado culpable de los cargos de conspiración y de actuar como agente del gobierno de Venezuela en Estados Unidos sin autorización. El veredicto unánime del jurado ocurre al séptimo día de deliberación en el juicio que se le seguía en los Estados Unidos. Es decir, no fue fácil.

La caída de Franklin Durán, uno de los más enfáticos en el operativo para convencer al maletero Guido Antonini Wilson de que callara el origen de los 800.000 dólares decomisados en el Aeroparque bien puede emparentarse con el fin de una época durante la cual el empresario vivió sin límites.

El hombre que ayer fue encontrado culpable de espionaje por los Estados Unidos, era considerado "el más pensante" de un grupo de "amigos" del gobierno de Hugo Chávez. A ese círculo íntimo también pertenecían el Antonini, Carlos Kauffmann y Moisés Maiónica, los otros involucrados en el affaire . Todos lograron desarrollar inmensas fortunas bajo el paraguas del chavismo.

Soltero, sin hijos, con una novia de Miami y una mansión de 4 millones de dólares en Key Biscayne, Durán era socio de Kauffmann y amigo de Antonini. De esa amistad se valió para presionar a este último, según las cintas grabadas por el "valijero".

Durán era parte de la "boliburguesía", nombre algo despectivo con el que se conoce a los ejecutivos más ligados al chavismo. En los últimos 10 años, algunos de estos "boliburgueses" protegidos por la relaciones políticas chavistas habrían acumulado, según se calcula, un capital de 3.000 millones de dólares.

A Durán, claramente, la economía no le resultaba una preocupación. Adoraba autos como Ferrari, McLaren o Porsche. Para él, significaban estatus social. Seguramente por eso tenía un ejemplar de cada máquina en su casa de la North Mashta Drive, una mansión que primero figuró a nombre de Antonini Wilson y que sólo después de que estallara el escándalo cambió de nombre: ahora se sabe que el dueño era Durán.

También tiene una casa en Londres y tiempo de ocio -y negocios- desperdigado por Caracas y Montreal. Problemas para visitar sus ciudades predilectas no se le conocen, pues Durán, además, viajaba generalmente en su avión privado.

Los negocios del único detenido acusado de espionaje que no aceptó declararse culpable -como sí lo hicieron Kauffmann y Maiónica- eran variados.

Durante el juicio, la Fiscalía defendió la tesis de que Durán actuó "bajo la dirección y el control del gobierno de Venezuela" para ampliar su red de negocios con entes oficiales, que le ha permitido hacerse multimillonario en menos de 10 años.

Pero, el abogado defensor de Durán siempre sostuvo que su cliente actuó motivado por el interés personal de ayudar a un amigo y de salvar sus negocios, que se habían visto afectados por el escándalo.

Ver: Abogado de Franklin Durán apelará veredicto, en Noticiero Digital

Lea: Argumentos finales, en BBC Mundo

Otros tres acusados de los mismos delitos, Carlos Kauffman, amigo y socio de Durán, Moisés Maionica, abogado, y Rodolfo Wanseele Paciello, comerciante, se declararon culpables y esperan sentencia en la prisión federal del centro de Miami.

Casi ocho semanas de presentación de pruebas y testimonios, una treintena de testigos y una semana y media de deliberaciones se tomo todo el proceso que llegó a su fin con esta decisión del jurado.

A mediados de enero, la jueza del caso, Joan Lenard, dictará sentencia a Durán, que puede ser hasta de 15 años de cárcel.