viernes, 13 de junio de 2008

Suspendido el estreno de "Yo soy Carlos Marx"

El estreno de la obra Yo soy Carlos Marx, pautado para este jueves en la Sala Ana Julia Rojas del Ateneo de Caracas, quedó suspendido debido a una decisión de la producción general del evento.

Al parecer, las diferencias entre el actor Gustavo Rodríguez, quien interpreta a Marx, y la productora de la pieza, Genny Pérez, fueron las causantes de que no pudiese llevarse a cabo el proyecto, que ya había sido presentado en Maracay en una exitosa temporada.

Fuentes ligadas al Ateneo confirmaron que ambas partes estuvieron negociando durante varias semanas el contrato del artista sin llegar a ningún acuerdo.

Rodríguez, afectado por los problemas internos de la compañía, se encuentra de reposo médico.

De acuerdo a una nota de prensa del centro cultural caraqueño, "este hecho lesiona, sin duda, la historia contemporánea del teatro venezolano al no levantarse el telón, sentando un mal precedente en la trayectoria de las artes escénicas venezolanas".

El Ateneo de Caracas acotó que, en sus 77 años de historia, es la primera vez que sucede un hecho como este.

En otro comunicado, la agrupación Teatro Gastronómico pidió disculpas por la suspensión a la opinión pública y a quienes habían sido invitados a la primera función de la obra. Se anunció que próximamente se llevará a cabo el estreno y la presentación de la temporada Yo soy Carlos Marx.

Fuente: El Nacional

Nueva iPaq 910 de HP con 3G

Liberado el mismo día que el nuevo iPhone, la actualización del smartphone estrella de HP, el iPaq 1915, viene con Windows Mobile 6.1 y un diseño más compacto y elegante. Se comercializará primero en los países donde hay ya despliegue comercial de redes 3G. El modelo Ipaq 610 es similar, aunque con teclado telefónico.

Al mismo tiempo que Steve Jobs, presidente de Apple, anunciaba la nueva generación del iPhone y su introducción al mercado latino el próximo mes, Hewlett-Packard presentó la iPaq 910 Business Messenger, un dispositivo dirigido tanto a profesionales como al mercado de la Net Generation o Generación Net, según HP, usuarios que van de los 13 a los 31 años de edad.

Durante su evento anual Connecting Your World, HP proporcionó a los 400 periodistas de 40 países la nueva iPaq 910 de tercera generación, a unas semanas de su lanzamiento al público, que integra todas las cualidades de un smartphone y que será un duro rival para las BlackBerry y los iPhones 3G en México, ya que convina internet inalámbrico Wi-Fi, GPS, cámara para grabar video o tomar fotografías de 3 megapixeles.

Tiene sistema operativo Windows Mobile 6.1 Professional y
memoria de 126 MB, pero puede expandirse a varios gigas mediante una tarjeta Mini SD gracias a una ranura. Las funciones Cyberon Voice Commander y HP Voice Reply integradas permiten enviar mensajes de correo electrónico y emitir otras instrucciones sin necesidad de utilizar las manos.

La nueva iPaq también tiene una pantalla táctil que puede controlarse con los dedos o con un lápiz integrado; cuenta con aplicaciones como Google maps, Internet Explorer, Messenger de Hotmail, Windows Media para ver videos, películas o series de tv, entre otras. Utiliza tecnologías inalámbricas UMTS/HSDPA de tres bandas y GSM/GPRS/EDGE de cuatro bandas para permitir a los usuarios realizar llamadas y acceder con rapidez a internet desde cualquier lugar del mundo.

"HP se ha basado en la retroalimentación de los clientes para desarrollar dispositivos que no sólo brindan conectividad, herramientas de productividad y navegación GPS, sino que también
soportan las aplicaciones de negocio que mantienen conectados a los profesionales que viajan", dijo Paul Damiani, vicepresidente y director general de la Unidad de Dispositivos de Mano dentro del Grupo de Sistemas Personales de HP.

HP dijo que este modelo se comercializará en América Latina este año pero no especificó la fecha de lanzamiento ni el precio, el cual variará según el país y el operador que lo ofrezca.

Ibsen Martínez: Homenaje a Montejo


Por: Ibsen Martínez ( *)

“Escribe claro. Dios no tiene anteojos”.
Eugenio Montejo, Práctica del Mundo


El mito de Orfeo, tan frecuentado y enigmático, le sugirió una vez a Montejo un poema que yo, en lugar de asociarlo con Rilke o con el sesudo y bien averiguado ensayo de Ivan Linforth, asocio invariablemente con Dinu Lipatti, Glenn Gould, Bill Evans o Chano Pozo.

El único de esos mis intérpretes favoritos, muertos todos en plena juventud, que sigue haciendo música —igual que la cabeza de Orfeo, aun cercenada— , y que no fue pianista es Chano Pozo. Explicar esa excepción me derrota por completo.

La cosa se manifiesta cuando me tomo unos tragos al final de la jornada y escucho, pongamos por caso, a Bill Evans. Siempre llega el momento en que pienso al mismo tiempo en mi hermano muerto prematuramente —también él pianista— y en el poema de Montejo, del que, sin ayuda de una antología, sólo puedo recordar el primer verso.

— “Orfeo, lo que de él queda (si queda)”—, que repito entonces como un mantra y que comparto enseguida:

ORFEO

Orfeo, lo que de él queda (si queda),

lo que aún puede cantar en la tierra,

¿a qué piedra, a cuál ánima enternece?

Orfeo en la noche, en esta noche

(su lira, su grabador, su cassette),

¿para quién mira, ausculta las estrellas?

Orfeo, lo que en él sueña (si sueña),
la palabra de tanto destino,

¿quién la recibe ahora de rodillas?

Solo, son su perfil en mármol, pasa

por entre siglos tronchado y derruido

bajo la estatua rota de la fábula.

Viene a cantar (si canta) a nuestra puerta,

a todas las puertas. Aquí se queda,

aquí planta su casa y paga su condena

porque nosotros somos el Infierno.

(Muerte y memoria, 1972 )

El extraordinario ensayista que fue también Montejo resplandece en su discurso de aceptación del VII Premio Internacional Octavio Paz.

Hacia el final del mismo, Montejo interroga la idea que cada quien se hace del poeta en los tiempos actuales y de “cuál misión se le supone tácitamente encomendada”.

El poeta ofrece algunas respuestas, como la del brasileño Casiano Ricardo, por ejemplo. O la de Mallarmé, que a más de un siglo no han logrado todavía reducir a tópico. Al cabo, Montejo llama la atención sobre una que, en sus propias palabras, “cuenta con el prestigio de provenir de la era prehispánica, ya que se debe a los náhuatl. Para ellos, que veneraban las formas de expresión noble y cuidadosa, según afirma Miguel León Portilla, el poeta o narrador, el Tlaquesqui era aquel que al hablar hace ponerse de pie a las cosas”.

No sé si a usted, pero a mí me parece que en esa definición náhuatl calza cabalmente al poeta que hemos perdido y que pudo escribir, en Trópico Absoluto, sabidurías como : “Prefiere tu silencio y déjate rodar, / la teoría de la piedra es la más práctica”.

* (Ibsen Martínez / Especial para El Espectador)
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