viernes, 14 de noviembre de 2008

El reino de los cerdos


Escribe John Carlin

Un libro que debería ser de lectura obligatoria para todos los políticos, pero especialmente para aquellos que pretenden verse como liberadores, es Rebelión en la granja, de George Orwell. 

Parábola por excelencia de los autoritarismos del siglo XX, el libro trata de una sublevación de animales contra granjeros y el establecimiento de un nuevo modelo político basado en la igualdad y la justicia. 

Al final del libro, los dirigentes de la revolución, los cerdos, se han vuelto como sus antiguos amos humanos. Comparten un festín, mientras el resto de los animales les miran por la ventana, incapaces de distinguir entre los unos y los otros.

Daniel Ortega y el resto de los dirigentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) seguramente no hayan leído la obra de Orwell, pero lo que sí han hecho es escenificarla en la vida real. Cuando el FSLN llegó al poder en Nicaragua en 1979, tras dirigir la insurrección contra el dictador Anastasio Somoza Debayle, se ganó la admiración de toda la izquierda mundial. 

Eran jóvenes, románticos, idealistas. Pese a la guerra contrarrevolucionaria que financió y dirigió "el imperialismo yanqui", en versión Ronald Reagan, Managua fue durante los años ochenta una ciudad de juerga en la que no era inusual toparse a la medianoche con dirigentes revolucionarios que en plan poético, tras unos cuantos Nica libres, confesaban el sueño sandinista de convertir el espíritu de París del 68 en realidad, de perfeccionar el modelo socialista que el estalinismo había traicionado.

Hoy en Nicaragua, dos años después de la vuelta al poder del sandinismo, no hay ni ideales, ni poesía, ni romance. El régimen que preside Ortega es un himno al cinismo. El indisimulado pirateo de las elecciones municipales que se acaban de celebrar es nada más que la expresión más reciente de un modus operandi que se define por la cara dura y cuyo primer y único objetivo es el poder.

Se vio venir durante la campaña electoral de 2006 cuando a Ortega, un declarado ateo durante los años revolucionarios, se le dio por aparecer en primera fila en las misas de su antiguo archienemigo, el cardenal Obando y Bravo, ante quien se casó con su compañera sentimental y compinche política de muchos años, Rosario Murillo, cuya hija fue objetivo de acoso sexual del mismo Ortega desde su niñez.

Hoy los que le critican en los medios viven amenazados, primero entre ellos Carlos Fernando Chamorro, ex militante sandinista cuyo padre, antiguo director del opositor diario La Prensa, fue asesinado por Somoza. 

El círculo orwelliano se ha cerrado. El discurso es diferente, y más hipócrita, pero los métodos son los mismos y, mientras el presidente y sus acólitos se enriquecen, Nicaragua sigue siendo el país más pobre de América Latina. 

El sandinismo de Ortega ha convertido a Nicaragua en el reino de los cerdos de Orwell, aquel donde "todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros".

Fuente: El País

Nelson Garrido denuncia el pensamiento único y rojo

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El famoso fotógrafo y profesor de fotografía Nelson Garrido parodia la iconografía revolucionaria de pancartas, consignas y franelas rojas en la muestra Pensamiento Único.


Familia de pensamiento único.


Rodilla en tierra.

Mutuo atraco entre amigos: "El abrazo en el partido único".

El fotógrafo Nelson Garrido caricaturiza la realidad política del país en las diez polémicas imágenes que conforman la muestra virtual Pensamiento único, que se exhibe en varios sitios web.

Las gráficas -escribe Carmen Victoria Méndez en el diario TalCual- muestran las distintas situaciones que, según el artista, tendrían cabida en un imaginario político totalitario. La propuesta de Garrido está conformada por las series "La familia en el pensamiento único", "El partido único en el pensamiento único" y "Miss Venezuela en el pensamiento único". Próximamente añadirá "La naturaleza muerta en el pensamiento único", que mostrará los productos de Mercal y otras gráficas, hasta completar unas veinte obras.

La polémica pieza "El abrazo en el partido único", que muestra a los revolucionarios armados, "es una crítica a la violencia y a la impunidad presentes en la sociedad", dice Garrido. "Puede que sea polémica, pero considero que debe ser así. Quería que las piezas tuvieran gran impacto visual".


Al estilo opereta

Garrido explica que partió de una puesta en escena al estilo opereta, en la cual parodia la iconografía revolucionaria, con sus pancartas, consignas y franelas rojas. En el montaje participaron actores, maquilladores e iluminadores, quienes se encargaron de dar forma a las imágenes que ahora se exhiben en las páginas http://nelsongarrido.blogspot.com/, y http://www.flickr.com/. com.

Garrido dijo a la periodista de TalCual que decidió mostrar su trabajo en el ciberespacio para aprovechar las posibilidades de los medios electrónicos.

"Quería exhibir las fotografías antes de las elecciones, porque me interesa su impacto comunicacional en el momento político que se vive, más allá de su valor estético.

Pienso que la fotografía debe ser política, como el arte en general".

El artista estima que las obras de Pensamiento único serán vistas por más personas a través de Internet, por eso prefiere esta vía a hacer una exhibición en un espacio físico. Sin embargo, "la idea es organizar una exposición sobre el tema político el año que viene, pues lo he venido trabajado", dice Garrido.

Consignismo.

Feos, feos.

Chacumbele.


Coqueta.

Qué fea.