Uno no se siente tan feliz como volviendo a ser niño. Pero no niño-problema, sino niño curioso, creativo, emocionado.
Así nos hizo sentir esta tarde la primera parte de la película Hancock que vimos en función de 1 de la tarde en la sala 1 de los cines de La Cascada, cerca de Los Teques, uno de los centros comerciales más hermosos de Venezuela.
La segunda parte de la cinta también fue muy buena pero más tranquila, donde disfrutamos de los poderes y del fìsico de la adorable Charlize Theron.
Este Will Smith siempre nos hace felices a los espectadores de cine. Para mi es imposible olvidar, por ekemplo, la alegría que nos dio ver Hitch: Especialista en seducción, con la sensual Eva Mendes, film que hace poco -para nuestra dicha- pudimos ver por Inter (cable).
Gracias, Will.
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