Padre e hijo.Arriba, Diego Uzcátegui. El de la moto es Daniel. (Foto tomada cerca de San Antonio de Los Altos)
Por Hugo Alconada Mon / La Nación
Washington.- La pregunta obvia era por qué había 790.550 dólares en la ya legendaria maleta que cargó Guido Alejandro Antonini Wilson aquella madrugada del 4 de agosto de 2007. ¿Por qué no había 800.000 o 750.000 dólares? Ahora, un año después, el fiscal Thomas Mulvihill dio otra estocada al manto de silencio: hubo quien manoteó dinero de aquel paquete que causó un cortocircuito internacional.
El señalado es nada menos que Daniel Uzcátegui, el hijo del presidente de la filial argentina de la petrolera oficial venezolana, Pdvsa, Diego Uzcátegui. El muchacho, entonces de 19 años, era, junto a Antonini, parte de la comitiva que partió de Caracas y lideró el entonces referente comercial para Venezuela de la Casa Rosada, Claudio Uberti.
La explosiva revelación se produjo cuando el fiscal Mulvihill entregó otro paquete de evidencias ante la Corte Federal de Miami, que juzgará dentro de tres semanas al venezolano Franklin Durán, el único de los cuatro acusados que mantiene su inocencia tras ser acusado de actuar como agente encubierto del gobierno de Hugo Chávez en Florida para acallar a Antonini, su entonces socio de negocios y de aventuras.
Mulvihill detalló que "el 4 de agosto de 2007 Daniel Uzcátegui removió dinero de los aproximadamente 800.000 dólares que fueron decomisados en Buenos Aires", según la copia de su escrito que obtuvo LA NACION.
De aquel "manotazo", al parecer, Antonini terminó con 3250 dólares, que el fiscal detalló que luego "entregó al FBI".
Sin embargo, Mulvihill calló qué pasó con el resto del dinero, como también cuál habría sido el monto real, aunque en todos sus escritos alude a "800.000 dólares". De ser así, y dado lo retenido por Antonini y lo que decomisaron las autoridades argentinas, quedarían en las sombras cerca de 6200 dólares.
¿No hubo tal brecha? ¿El dinero quedó en manos de Uzcátegui? ¿O los dólares se esfumaron en las horas que siguieron al hallazgo y antes de que se firmara el acta por la cifra final: 790.550?
De los protagonistas de aquella noche, LA NACION intentó contactar ayer a Uzcátegui, que no respondió las llamadas a su casa ni a su celular, mientras que los funcionarios y agentes de Aduanas y la Policía Aeronáutica mantienen su silencio público tras declarar ante la Justicia, con la excepción de Lorena Telpuk. Ella aclaró a este corresponsal que no estuvo en la oficina en se que contó el dinero, aun cuando luego firmó el acta.
Las evidencias de Mulvihill, sin embargo, no se agotan allí. También aportó datos recolectados por 27 agencias norteamericanas sobre el supuesto agente de inteligencia que voló de Caracas a Miami para reunirse con Antonini en Fort Lauderdale y verificar si cooperaría para acallar el escándalo o si, por el contrario, aceptaría colaborar con las autoridades norteamericanas, tal como se confirmó en diciembre último.
Relaciones incómodas
Mulvihill también aportó cuatro fotografías incómodas. En dos de ellas aparece Victoria Bereziuk, la secretaria de Uberti que se convirtió en una figura clave en la trama de aquel viaje y de los días que siguieron. En una aparece con Daniel Uzcátegui; en la otra, con el padre de éste, Diego. Esas fotos no serían, sin embargo, la única alusión a Bereziuk que existe en la Corte de Miami, según confirmaron a LA NACION dos fuentes independientes entre sí.
En el cúmulo de evidencias habría, también, por lo menos una comunicación sensible entre ella y Antonini, el supuesto "valijero", cuando éste ya había retornado a Florida.
Otra secretaria
La otra secretaria devenida mano derecha que integra esta historia, la venezolana Maryori Gutiérrez -a la que también se alude como "Marjorie-, trabajaba para Diego Uzcátegui, con quien aparece en una fotografía, la tercera que aportó Mulvihill a la investigación.
La cuarta y última imagen la muestra junto al también venezolano Wilfredo Avila Driet, otro pasajero de aquel controvertido vuelo que fue pagado por la petrolera estatal argentina Enarsa.
Según el comunicado de prensa que difundió Enarsa cuatro días después del decomiso, Avila Driet trabajaba en el área de protocolo de Pdvsa, donde, ante la consulta de LA NACION, afirmaron que no trabaja allí. Más aún, dos fuentes venezolanas lo señalaron como el supuesto "custodio" de la maleta durante el vuelo.
Lean: Daniel Uzcátegui ¿El verdadero valijero? en Perfil.com
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Revelan que Disip envió $1 millón a Antonini
Washington.- La pregunta obvia era por qué había 790.550 dólares en la ya legendaria maleta que cargó Guido Alejandro Antonini Wilson aquella madrugada del 4 de agosto de 2007. ¿Por qué no había 800.000 o 750.000 dólares? Ahora, un año después, el fiscal Thomas Mulvihill dio otra estocada al manto de silencio: hubo quien manoteó dinero de aquel paquete que causó un cortocircuito internacional.
El señalado es nada menos que Daniel Uzcátegui, el hijo del presidente de la filial argentina de la petrolera oficial venezolana, Pdvsa, Diego Uzcátegui. El muchacho, entonces de 19 años, era, junto a Antonini, parte de la comitiva que partió de Caracas y lideró el entonces referente comercial para Venezuela de la Casa Rosada, Claudio Uberti.
La explosiva revelación se produjo cuando el fiscal Mulvihill entregó otro paquete de evidencias ante la Corte Federal de Miami, que juzgará dentro de tres semanas al venezolano Franklin Durán, el único de los cuatro acusados que mantiene su inocencia tras ser acusado de actuar como agente encubierto del gobierno de Hugo Chávez en Florida para acallar a Antonini, su entonces socio de negocios y de aventuras.
Mulvihill detalló que "el 4 de agosto de 2007 Daniel Uzcátegui removió dinero de los aproximadamente 800.000 dólares que fueron decomisados en Buenos Aires", según la copia de su escrito que obtuvo LA NACION.
De aquel "manotazo", al parecer, Antonini terminó con 3250 dólares, que el fiscal detalló que luego "entregó al FBI".
Sin embargo, Mulvihill calló qué pasó con el resto del dinero, como también cuál habría sido el monto real, aunque en todos sus escritos alude a "800.000 dólares". De ser así, y dado lo retenido por Antonini y lo que decomisaron las autoridades argentinas, quedarían en las sombras cerca de 6200 dólares.
¿No hubo tal brecha? ¿El dinero quedó en manos de Uzcátegui? ¿O los dólares se esfumaron en las horas que siguieron al hallazgo y antes de que se firmara el acta por la cifra final: 790.550?
De los protagonistas de aquella noche, LA NACION intentó contactar ayer a Uzcátegui, que no respondió las llamadas a su casa ni a su celular, mientras que los funcionarios y agentes de Aduanas y la Policía Aeronáutica mantienen su silencio público tras declarar ante la Justicia, con la excepción de Lorena Telpuk. Ella aclaró a este corresponsal que no estuvo en la oficina en se que contó el dinero, aun cuando luego firmó el acta.
Las evidencias de Mulvihill, sin embargo, no se agotan allí. También aportó datos recolectados por 27 agencias norteamericanas sobre el supuesto agente de inteligencia que voló de Caracas a Miami para reunirse con Antonini en Fort Lauderdale y verificar si cooperaría para acallar el escándalo o si, por el contrario, aceptaría colaborar con las autoridades norteamericanas, tal como se confirmó en diciembre último.
Relaciones incómodas
Mulvihill también aportó cuatro fotografías incómodas. En dos de ellas aparece Victoria Bereziuk, la secretaria de Uberti que se convirtió en una figura clave en la trama de aquel viaje y de los días que siguieron. En una aparece con Daniel Uzcátegui; en la otra, con el padre de éste, Diego. Esas fotos no serían, sin embargo, la única alusión a Bereziuk que existe en la Corte de Miami, según confirmaron a LA NACION dos fuentes independientes entre sí.
En el cúmulo de evidencias habría, también, por lo menos una comunicación sensible entre ella y Antonini, el supuesto "valijero", cuando éste ya había retornado a Florida.
Otra secretaria
La otra secretaria devenida mano derecha que integra esta historia, la venezolana Maryori Gutiérrez -a la que también se alude como "Marjorie-, trabajaba para Diego Uzcátegui, con quien aparece en una fotografía, la tercera que aportó Mulvihill a la investigación.
La cuarta y última imagen la muestra junto al también venezolano Wilfredo Avila Driet, otro pasajero de aquel controvertido vuelo que fue pagado por la petrolera estatal argentina Enarsa.
Según el comunicado de prensa que difundió Enarsa cuatro días después del decomiso, Avila Driet trabajaba en el área de protocolo de Pdvsa, donde, ante la consulta de LA NACION, afirmaron que no trabaja allí. Más aún, dos fuentes venezolanas lo señalaron como el supuesto "custodio" de la maleta durante el vuelo.
Lean: Daniel Uzcátegui ¿El verdadero valijero? en Perfil.com
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Revelan que Disip envió $1 millón a Antonini
Grabaciones de la Corte de Florida aportan más pruebas contra la Policía
Reyes Theis / El Universal
Un supuesto envío por una suma de un millón de dólares dirigidos a Guido Antonini Wilson habría realizado la Disip, destinados a pagar su silencio sobre el verdadero origen de la maleta con 800 mil dólares ingresada ilegalmente a Argentina, según revelan documentos de la Corte de Florida.
El abogado de Franklin Durán, Edward Shohat, al solicitar a la Fiscalía de Florida que le suministre cierta información que considera importante para los alegatos de la defensa, reveló que durante una conversación telefónica de Antonini con su socio Wladimir Abad, el "hombre del maletín" habla del dinero enviado por la policía venezolana.
"Ellos me dijeron que la Disip había enviado dos millones de dólares, un millón es para mí y pueden doblar la cantidad", le dijo Antonini a Abad y explicó que la fuente de la información había sido "Carlos (Kauffmann) y Frank (Franklin Durán)".
Antonini señaló además: "Ellos me dijeron, y yo tengo e-mails y mensajes SMS, bueno, Carlos me dijo en mi cara 'si tú no te responsabilizas por eso (por el caso del maletín), ellos (el Gobierno venezolano) nos destruirán a nosotros".
Los referidos e-mails y mensajes SMS son parte del material que Shohat solicita a la Fiscalía que le entregue.
Relación con Abad
La conversación de Antonini con Abad confirma los nexos que hay entre ambos, pues se ha señalado que son socios de varias empresas.
Abad es piloto de avión y según el diario La Nación de Argentina, su nombre figura en los registros de al menos 18 empresas en Florida, sus negocios están relacionados con el mercado aeronáutico. Además es socio de American Food Grain, la misma que tuvo problemas en mayo pasado con una aeronave que fue retenida por la Agencia Federal contra el Narcotráfico (DEA). A bordo iban Daniela Steppa Martin, esposa de uno de los directores de la compañía, y Ricardo Fernández Barruecos, empresario con fuertes nexos con el Gobierno venezolano.
Referencia: Millones de sospechas en Crítica Digital.
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