Somos adictos a muchas cosas, casi siempre. Por ejemplo, somos adictos a la gasolina.El reguetonero aquel era un visionario… “Me gusta la gasolina, dame más gasolina”; pero hoy estamos obligados a cambiar.
Un arquitecto de Miami, Tony Rodríguez, decía el otro día al ser entrevistado, "para a quien le quiera oír, a estas alturas deberíamos tener carros que pudieran andar con orina de chivo”.
Hay alternativas, la mente humana tiene capacidad de innovar, la tecnología existe, también la necesidad, ¿por qué tenemos que premiar a una empresa petrolera con 50 mil millones de dólares de ganancias netas en el 2008, cuando todos podemos vivir mejor?
No basta que lo recuerde uno que otro Presidente de EEUU: “Somos adictos a la gasolina”.
En Venezuela también estamos enviciados con esta droga, pero aquí -a diferencia del resto del mundo- se vende barata. Pero nos estamos envenenando con los gases de la combustión de los motores. Para mejorar tenemos que consumir menos y mejor energía. El país, pese a ser productor de petróleo importante en el mundo, es voraz en el consumo de gasolina, hasta el punto que tenemos que importarla porque la refinación nacional es insuficiente para el desmedido consumo.
Lamentablemente, no tenemos una dirigencia, ni de oposición ni de gobierno, que sea responsable y modele una opinión constructiva sobre este tema ni que se empeñe en llenar de trenes y de otras foras de transporte colectivo y reste importancia y primacía a automovil particular.
Lea Gasolina y conformismo:
- Venezuela es el noveno productor mundial de petróleo y el sexto exportador. Pero importa gasolina, por incapacidad y corrupción en sus refinerías... y por el indetenible contrabando.
- Nigeria es el quinto país exportador de petróleo del mundo, pero hoy casi toda su gasolina es importada.
- Irán es el cuarto productor mundial de petróleo, pero por ineficiencia y corrupción en las refinerías debe importar la mitad de la gasolina que consume.
El colmo de Pdvsa..... Gasolina importada
Los peligros de la petrocracia, de Tina Rosenberg, en El Malpensante.
Federico Alves dice en Venezuela Analítica.com:
El país tendrá que importar gasolina y gastar las reservas preciosas de dólares para quemarlas con la gasolina más barata del mundo, en vez de conservar esos dólares para comprar comida, ya que es más importante comer que manejar, así que ni habrá comida ni habrá gasolina.
En El Republicano leímos:
... mientras el barril de crudo venezolano llegó a venderse a 122 dólares, estamos obligados a importar de 50.000 a 60.000 barriles diarios de gasolinas, o componentes de gasolina, que cuestan un ojo de la cara... .
Consecuencias laterales
Vean el impactante video: Un futuro sin petróleo (partes 1 y 2)
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